Si lloras porque se ha puesto el sol, las lágrimas no te dejerán ver las estrellas

sábado, 27 de noviembre de 2010

Laberinto

Mi vida es un laberinto.
Las partes por donde pasé, ya se como atravesarlas.
Al llegar a las esquinas me asomo de a poco para ver si no hay peligro.
Llega un momento en donde dejo todo y empiezo a correr. Trato de olvidar todo y a todos.
Corro sin parar hasta que tropiezo. Es en ese momento cuando recapacito.
Veo todos mis errores, y me pregunto por que los hice.
Entonces me propongo cambiar, y no hacerlos nunca más.
Es en ese momento cuando veo el final del laberinto, y puedo sentirme libre.
Pero de alguna forma u otra, vuelvo a entrar.
Algunas veces porque extraño la comodidad del laberinto.
Otras veces porque siento que olvide algo importante.
No importa como, cuando vuelve a salir el sol, me encuentro entre las paredes gigantes de mi propio laberinto.
Soy Teseo, y mis pecados son mis minotauros.
Espero a mi Ariadna para que me rescate.

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